Visión de Gonzalo Vargas

Nuestra propuesta se basa en más de treinta cinco años de ejercicio de este oficio que convertí en profesión, donde se incluyen quince años dedicados a la docencia en el área en la ciudad de Viña del Mar, Chile. Durante esos años, fue constante preocupación no solo enseñar las técnicas de la joyería convencional, acercándola más a la formación profesional por medio de la comprensión científica de los procesos que concluyen en una joya, sino, contribuir a que mis alumnos se conectaran con esa fuente inagotable de conocimiento interior que habita en cada uno de nosotros.

De ese ejercicio diario durante tanto tiempo surge hoy nuestro trabajo. Digo nuestro porque no es solo mio. Hoy somos con mi esposa Andrea todo un equipo de dos, que se completa en diseño y ejecución de cada una de nuestras joyas con el aporte de nuestras colaboradoras, expertas artesanas formadas por nosotros mismos.

«La orfebrería es una de las expresiones artísticas más antigua que se conoce, donde históricamente el artista ha plasmado en el metal noble, obsequio del Creador, la belleza de las formas armónicas, todo lo que merece permanecer, los símbolos de lo humano y lo divino… Un proceso donde la fuerza creadora de su espíritu, empleada a través de su mente y sus manos, da vida al metal en formas y volúmenes, obra única y perfecta. Una joya. Creo que los límites en el campo de la creación se encuentran en los extremos de nuestra imaginación.»

El 18 de octubre de 2019 vivimos el estallido social en Chile y todo lo cotidiano quedó en pausa. Con Gonzalo estábamos a punto de emprender nuestro habitual viaje de fin de año visitando a nuestros clientes de joyerías de tantos años. Como siempre habíamos apostado a la mejor producción posible para ofrecer nuestras joyas para navidad y fin de año. No hubo viaje y tampoco ventas. Considerando que en el rubro es la época de mayor venta para todos los implicados, como productores habíamos invertido todos nuestros recursos en ello. Durante los 20 años anteriores nuestra comercialización se orientó al mercado mayorista.

De alguna manera soportamos el impacto y con algún que otro evento logramos llegar a marzo de 2020. Con la mayor parte de la producción sin vender preparamos maletas y esperanzas. Y….esta vez el Covid 19 nos impidió viajar. Ahora yo, que poseo algunas características de resiliencia quedé en pausa. Tuve que aceptar que mi mundo y mi forma de vivir y trabajar ya era parte de otra vida, de otra época y del pasado. En este último año me he enfrentado a múltiples procesos personales que también implican mi entorno. Mi familia y amistades, las colaboradoras y clientes de tantos años, mi ubicación geográfica y sus características, etc. La quiebra nos estuvo rondando y rozando muy de cerca. Con todo ello nunca dejé de crear. Seguí y seguimos diseñando y realizando nuestras joyas tan características. Y sorpresa con todo ese panorama mientras más difícil y oscuro, el resultado del trabajo se hacía cada vez más bello y atractivo. Comprendo hoy que la orfebrería es mi mejor manera para comunicar y plasmar arte y esencia, a la vez que naturalmente ofrezco el puente hacia quien requiere “algo” y logro traducir y traerlo a la realidad. Aún estamos en medio del cambio de modelo. Esta tienda que hemos creado con mucho amor y dedicación permitirá conectar contigo directamente y que podamos iniciar este diálogo tan íntimo que se produce cuando de belleza, arte y amor se trata. Te invito a recorrer los pasillos y rincones. Estoy segura que encontrarás más de una sorpresa que te encantará. Bienvenida, bienvenido y bienvenide a Joyas Fusión.

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